Sigo en las mismas en cuanto a ti respecta, con unas piernas de sobra; totalmente sin desnudez de piel; e imaginaria junto a un pedazo de papel en donde puedo probar cualquier retazo antiguo o lejano. Inclusive a mis anchas le pongo edad. Pero no es más que un bosque blanco-y-negro con sus sonidos de naturaleza, que hablan; Rechinan-relámpagos. Y luego un silencio en interrumpible fragmento de iris; ancho brotas esquelas solares en todas las esferas nocturnas. Contrapones. Divagar no es difícil. Encontrar no es. Y sostener una charla,; mundana, cotidiana; figura en una estampa que dibujé y lancé por la ventana. Si Venus existiera con esa forma en la que escribes; me prefijo tu nombre que aún grabo en cintas azules. Inexistentes-reales.
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